"TELL THE WORLD I'M COMING HOME."
Llega un momento en el que asumes que hay que
tener paciencia, que todo llega para quien sabe esperar. Y es ahí cuando las
cosas caen por su propio peso.
Ir de compras me mata. Crucé el umbral de la
puerta, saqué el móvil del bolsillo y lo desbloqueé. Aparecía que tenía dos
mails. Entré como quién no quiere la cosa y vi que mi bandeja de entrada estaba
encabezada por un correo de AM. "Con lo pesada que está con lo de la
reunión, seguro que es para avisar de llevar algo o para decir que a alguien le
falta sabe-Dios-qué-cosa" pensé. Lo le di más importancia. Revisé los
whatsapps un poco por encima, y aún en la entrada de casa, decidí ponerme a
leer bien lo que fuera que me quería decir Ana María. El segundo era de 'Becas
Fundaciones Gall...'. Lo abrí sin ánimos, podía ser cualquier tontería sobre
Sábado. Y entonces, grité. Grité de alegría, de emoción, de satisfacción. Con
el "Estimada Julia, es para nosotros un placer [...]" era perfectamente consciente de lo que seguía.
Lo que de ningún modo me esperaba era Georgia. Todos los que me conozcan
mínimamente sabían que era el sitio al que más deseaba ir. Ni California, ni
Nueva York. Georgia, el sur.