Me voy.
Han pasado muchos días desde la última vez que escribí algo,
pero hoy… hoy es el día. Después de tantos meses de espera, ha llegado el
ansiado día. 5 de Agosto, Nueva York nos aguarda con los brazos abiertos a los 75. Y no quiero irme.
Pero me voy.
Me voy con el armario
vacío y la maleta demasiado llena. Parezco una carcasa, tan solo eso, un cuerpo
vacío, un cuerpo, un alma, un ser que no soy yo. Estoy triste; tan triste que
ni siquiera puedo llorar. Y es duro ver como todos a tu alrededor estallan en
lágrimas mientras que tú solo puedes reírte de una forma nerviosa y ridícula. Es
triste darte cuenta de todo lo que dejas atrás durante 10 meses, de todas las
personas que no podrán abrazarte en tus días malos, que no estarán el día de tu
cumpleaños, que estarán a miles de kilómetros y a seis horas de diferencia,
mientras tú rehaces tu vida, una vida en la que no estarán, al igual que tú
desapareces de la suya un tiempo.