Prom. (+265, -49)

 Voy a pasar de hacer una introducción de estas largas o reflexivas, porque si ahora mismo estoy tecleando esto es por obligación. Probablemente la entrada acabe siendo muy esquematizada y fría, pero trataré de hacerlo lo mejor que pueda. Gracias por leerme, ya sabéis. 


 El martes a las 7 y poco, Hannah y yo fuimos a Lakeside a comprar las entradas para el baile, porque según ella el mejor momento para hacerlo. No se equivocaba, pues fuimos las primeras en la cola, mientras que el resto de los días habríamos tenido que esperar un mínimo de 30 minutos.
 Por la tarde tuve soccer, y fue horrible. La verdad es que le he perdido el gusto, como me pasa siempre con todo. Ojalá pudiera estar interesada en cosas por largos periodos de tiempo, pero va a ser que no fui hecha para ello.

 El miércoles fue el Día de la Tierra. Me lo pasé- y bueno, todos los que tienen clase con Dr. Parrott- con una carpetita colgada al cuello para promover la conservación de un recurso marino. O sea, y más resumido, que tenía que conseguir 50 firmas de gente para salvar a las tortugas. 

El jueves me quedé dormida en clase después de hacer un examen. Pero dormir de dormir y que alguien tenga que venir a darme un toque para despertarme. De verdad que esto a mi nunca me había pasado en España. 

Por la noche fuimos a cenar a un restaurante Zoëy's Kitchen, que es comida mediterránea.

 El viernes la conductora me para el bus delante para que suba primera pero dejo pasar a dos niños que seica levaban prisa. Me hizo gracia que la señora me dijera que me había parado ahí para que subiera yo primera. 
 En Consumer Finances, Ms. O'Brien nos dijo las ganas que tenía de vernos en Prom, y lo emocionada que estaba. Nunca me perdonaré haberme despedido de ella con un simple "bye, Ms. O'Brien".
 Por la tarde fuimos a hacernos las uñas a un salón en Tucker, y aunque teníamos pensado estar listas a las 5.30, hasta las 7 y bastante nada. Pero bueno, que valió la pena.

 El sábado tuvimos el ansiado Prom, por fin. Me levanté a las 10 para plancharme el pelo y que Hannah me pudiese peinar, y a mediodía vinieron todas nuestras amigas a prepararnos. Gracias a Dios que vino la madre de Jordyn, que es buenísima maquillando, porque me salvó de ir hecha un mapache. El simple hecho de estar todas juntas durante, no sé, cuatro horas o así, fue divertidísimo. Nadie podía con la emoción.

Hannah y sus maravillas.

Mis personas favoritas en el mundo mundial.

 A las 4.30 fuimos a casa de los vecinos de Jordyn, que tienen un jardín precioso, a sacar las fotos, y media hora después nos marchamos a Decatur a cenar. Fuimos a un restaurante tan elegante que ponían pan gratis para acompañar la comida. Sí, algo tan típico en España aquí es un lujo.

Con Samantha

Con Lizzy

Con Halle y Sami

Con Sami y Hannah

Con Lizzy y Halle

Con Maelyn

Con Jordyn

Prom group.

 Poco antes de las 7 nos fuimos a Fernbank, donde iba a tener lugar el baile. Y como el nombre indica, bailamos. También coronaron a la reina y rey, que siempre son seniors, y a los príncipes. Mi amiga Jordyn estuvo nominada, pero no ganó, por desgracia. Pasé muchísimo tiempo de aquí para allá bailando con Sami, que iba guapísima- aunque todo el mundo, para ser honesta, estaba espectacular-. También vi a Ruta, y cuando asumí que no podía soportar más mis zapatos y decidí quitármelos, nos pasamos media hora buscando a Ms. O'Brien sin éxito. Ya no estaba entre nosotros, pero no quiero hablar del tema.

Con Sami y Emerson en Fernbank.

Jordyn, Sami, yo, Allan, Will, Maddison y Lizzy en el fondo.

Junior Court

Selfie con Marta.

Con Lizzy y Halle

Con Sami y Ruta

 Prom acabó a las 11 y nos vinimos a mi casa, donde dimos una after-prom party, que en nuestro caso fue un breakfast at midnight. Angie y Robby se portaron, y prepararon un montón de comida, trajeron donuts, etc. Todas las niñas nos quedamos a dormir en casa, ya la mañana siguiente desayunamos juntas.

 No quiero hablar del domingo porque es algo que puede conmigo. Aquí podéis haceros una idea del motivo, pero supongo que hablaré de casa cosa en su momento. Hoy Lakeside estaba de luto, y en todas las clases había gente o profesores llorando, con el alma rota. Nunca me había pasado algo así, y no creo que pueda recuperarme tan fácilmente. 

Nos vemos.