lunes, 8 de diciembre de 2014

Rutina, poca calidad y fiesta de CIEE. (+189)

 Mi rutina, de lunes a viernes, se resume en dormir poco y madrugar mucho, no hacer nada durante las ocho horas que dura el instituto y trabajar como una loca en los deberes. Lo siento, sé que mis posts se basan en los fines de semana pero, ¿qué se le va a hacer? Aquí tenéis unas cuentas fotos de introducción, con un poco de todo y nada de mucho.



Estos retratos son del domingo pasado, pero como tenía la entrada programada me daba pereza cambiar nada. Sí, sé que soy una artista, y tendrías que ver el que me hizo Olivia y está literalmente enmarcado en mi habitación.



Del día que fuimos a comprar flores a las tantas de la noche.

Más obras de arte (estas echas durante el Lunch).


 El lunes y el martes no pasó nada. Bueno, y si pasó, no me acuerdo. El miércoles cociné pollo y judías. Nunca en mi vida creí que lo echaría de menos, pero en esta casa la comida real escasea, pero aún así ahora como cuando llego a casa sobre las cuatro.
 También vino Tonya (mi local coordinator) para hacer la revisión mensual. 
A la tarde fui a la iglesia con Lee para hacer un par de horas de community service, ayudando con CAT (Christmas at Tucker). Yo me esperaba una obra cutrilla, de estas que se notan que los disfraces son comprados a última hora, pero me encontré con una obsesión por los detalles detrás de cada persona que ayuda.


Esto solo es parte de los disfraces, para que os hagáis a la idea...


 No sé si alguna vez había hablado de las clases que suelen tener los institutos, pero hay de todo y un poco más. Tres de ellas son coro, banda y orquesta, que dieron el viernes un mini-concierto de Navidad. Sinceramente, creo que a los de Lakeside le gusta demasiado perder clase, ¡y me encanta! 


Choir.

Orchestra.

Band.

 Por la tarde, Lee tenía una fiesta con sus amigas, y aunque llegamos a casa pensando que tendríamos que limpiar todo, Tiffany se aburría por la mañana y decidió dejar la casa como los chorros del oro.
 Cuando empezaron a llegar todas las señoras, David se fue de casa y Angie y yo bajamos al sótano a ver Maléfica. La película es buenísima, os la recomiendo muy-mucho.




 El sábado dormí un poco más de lo habitual, casi hasta las 11. Estuve haciendo básicamente nada toda la mañana. Íbamos a ir a no sé que tienda de antigüedades, pero hubo una crisis de adolescencia y lo único que acabé haciendo fue ir con Tiffany a The Dolar Tree para comprar cuatro chorradas que necesitaba.
 A las 7 teníamos una fiesta de CIEE en casa de mi coordinator, Tonya. Llegamos tarde, para variar, pero de camino vimos un montón de casas decoradas con luces al más puro estilo película navideña americana. ¡No puedo esperar a que llegue la Navidad!
 En la fiesta había comida, más comida y muchos exchanges students. Está visto que los españoles somos una plaga, porque a parte de cuatro becadas y Andrea, de A Coruña, conocimos a dos madrileños más. Hicimos un intercambio de regalos, que aquí parece ser muy típico porque yo ya estoy metida en tres más. Lo mejor de todo fue que conseguí una pelota de Rugby de UGA, la Universidad/equipo de football del que es fan mi familia, y que va a ser el regalo de Navidad de Kevin. 


Andrea, Ichi y Llarina concentradas.

Andrea, Victoria, Llarina, Ichi, yo y Ashleen.

Con Llari.
Llari, Victoria, Ichi, yo y Andrea.

 El domingo por la mañana hice la colada, los deberes y vagueé un rato. Solo decir que aunque tenga 16 el especial de Navidad de Mickey sigue siendo mi favorito. 
 A las 4 fuimos a la iglesia, y mientras que Angie estaba en Bells estuve hablando con un señor muy majo que canta en el coro con nosotros y es padre de una niña y un niño de Youth. Ensayamos el villancico que teníamos preparado un par de veces y fuimos a merendar. A las 5.30 volvimos a vestirnos con las túnicas que usamos al cantar y subimos al santuario, donde tuvimos Lessons & Carols, que es un servicio navideño en el que se lee una escritura de la Biblia, uno de los coros canta una canción y luego todo el mundo hace lo mismo con una de las que aparecen en el libro de las melodías metodistas. 

 Sin duda esta semana empieza bien. Después de que los de Correos mandasen mi paquete a la Georgia europea, por fin llegó a Tucker. Dicen que el turrón no sabe tan bien como en casa, pero yo no puedo estar más contenta.







 Espero que esta entrada no haya quedado demasiado cutre, pero la rutina es lo que deja. No todos podemos ser como Estela con sus ocho mil posts semanales. Ahora sin bromas, os recomiendo muchísimo que os paséis por http://conloslibrosaotraparte.blogspot.com/
 Por cierto, ¡ya han pasado 4 meses! La cuentra atrás corre como el viento: en 6 meses y una semana (que son 189 días) me tenéis de vuelta, no os desesperéis. 

 Muchos besiños a todas las personas que me leéis cada semana, ¡muchas gracias por hacer el esfuerzo! 
 See you soon!

No hay comentarios:

Publicar un comentario